Peacock, Copland, Baron: Directo al corazón

CBA JAZZ | 2017

Peacock, Copland, Baron: Directo al corazón

El trío hizo honor a su nombre y trayectoria en una presentación inolvidable.

Cualquiera con gran prestigio podría recostarse en un espacio confortable ya ganado, sin embargo Gary Peacock prefiere seguir experimentando, y jugando con la improvisación y formas libres en sus interpretaciones. El equipo para aventurarse en estos experimentos es insuperable, Copland un exquisito músico que conoce todos los secretos de los tríos de piano, y Joey Baron que parece estar en uno de los momentos más altos de su carrera.

La historia viva del jazz transita por el cuerpo del trío, una historia de pasado rico y futuro de posteridad para situarse en un presente maravilloso de creación inconmensurable.

Los juegos e intercambios de roles, la pasión y la inteligencia al servicio de la música dotan de un carácter único e irrepetible a clásicos standars de jazz y a creaciones propias. Logra que sean enormemente disfrutables, tanto por permitir reconocer las melodías originales al público como por llevarlas a otro plano, propio, experimental y superior, que eriza la piel y llega a lo profundo del corazón.

Un comienzo del show a un volumen bajísimo, completamente intencional para captar la atención de los presentes, logró un silencio pocas veces visto. Ejecutar temas a tan bajo volumen no parece una tarea fácil, sin embargo los tres hacen parecer simple lo complejo, ejecutan matices dentro de un matiz, algo que solo logran los grandes.

Momentos inolvidables prosiguieron. Peacock parece haber encontrado nuevos compañeros de ruta, que dominan a la perfección los secretos del piano trío al igual que muchísimos grandes con los que los tres han tocado. Una de las características de este grupo es la capacidad de permitir el lucimiento de sus colegas. Tocar lo justo y necesario que el momento requiere, y hasta no tocar cuando así el momento lo indica. Esta generosidad agiganta aún más la trayectoria de Gary.

En cuanto al intercambio de roles, cabe remarcar las ejecuciones de solos de Baron quien tocó con la batería melodías perfectamente reconocibles, como Footprints, lo que daba la posibilidad de jugar y experimentar a Copland y Peacock. Muchas veces se dice y cuestiona a los bateristas por la utilización de elementos pirotécnicos y demostraciones que rozan lo cirsense, no fue el caso de la noche del sábado, en la que Joey Baron dotó de sentido cada una de las notas que ejecutó y produjo solos completamente melódicos y funcionales a las creaciones del trío. Escobillas, manos, baquetas finas, rozar los parches para afinarlos y lograr la nota justa, todo vale para Joey cuando está en busca de la música.

¿Qué decir de Copland que no se haya dicho? Remarcar su disfrute y su habilidad creativa. Cuando un músico de jazz sonríe a sus compañeros, es porque “eso” está pasando. Copland sonrió y jugó muchísimo. No es un lugar sencillo el que ocupa, estar en la butaca de los grandes de la historia del jazz. La búsqueda armónica respetando las melodías para acercar al público a las grandes creaciones de la historia del género, fue inolvidable. Córdoba debe estar agradecida de la generosidad de Copland.

Lo mejor del jazz del mundo y la historia viva de la música pasaron por las tablas del teatro San Martín, la ovación final merecida quedará en el recuerdo de los presentes como uno de los momentos más importantes de la historia del Festival Internacional de Jazz de Córdoba.

Salas de Teatro. Teatro del Libertador. Now This Trio. 18·11·17
Gary Peacock (contrabajo), Marc Copland (piano), Joey Baron (batería).

R.C.