El Futuro Llegó
El Festival Internacional de Jazz de la Provincia de Córdoba volvió a capturar la atención del público cordobés. Diez años de jazz festejados con una programación de primer nivel internacional combinada con ensembles y conjuntos locales que demostraron una gran jerarquía.
Todo comenzó el miércoles 14 de noviembre cuando el locutor del Teatro Real pronunció el nombre de Juan Carlos Ciallella. En ese momento la presidente de la Agencia Córdoba Cultura, Nora Esther Bedano, junto al programador del evento, Ignacio García Vieyra, le entregaron en mano una placa en reconocimiento a su trayectoria y aportes a la cultura de nuestra provincia. El homenaje continuaría horas más tarde en Cocina de Culturas, con una velada musical protagonizada por Ciallella y amigos. Pero allí mismo, en el Real, en otra de las tradiciones ya instauradas por el CBA Jazz, la Banda Sinfónica dirigida por el maestro Hadrián Ávila Arzuza acompañaba al extraordinario trompetista, compositor y arreglador, nacido en Camilo Aldao: Richard Nant.
El 15 de noviembre el saxofonista Stefano Di Battista cautivó a la audiencia cordobesa con un recital que alternó su maestría instrumental con cualidades inequívocas de entretenedor. Pero Cocina de Culturas asistiría a la presentación de uno de los pianistas más encumbrados con que cuenta el jazz estadounidense, David Kikoski, acompañado del Tano Trío, una joven formación que dejó boquiabierta a los asistentes al local nocturno.
La presencias internacionales se fueron sucediendo una a una. El guadalupeño-francés Sonny Troupé trajo un show repleto de sonoridades africanas junto a cinco músicos verdaderamente impactantes. Y cerrando las presentaciones en el Real dos artistas sorprendentes subieron al escenario: el sábado la inquietante Sylvie Courvoisier junto a Kenny Wollensen y Drew Gress en un recital de alturas artísticas notables, y el domingo la extraordinaria Norma Winstone que cautivó con sus exquisitas entonaciones a un auditorio colmado.
Cocina de Culturas puso en juego a músicos locales junto al gran guitarrista David Becker para dar paso, el día siguiente, a la que tal vez fue la sorpresa de la décima edición: el brasileño Marcelo Coelho junto al trío Mac Lav In, un verdadero knock out a la mandíbula de los melómanos locales. El francés Eric Sevá presentó nuevo proyecto junto a dos cordobeses radicados en Europa (Minino Garay y Javier Girotto) acompañado por el contrabajista cubano Felipe Cabrera y el sorprendente Lionel Suárez en acordeón. El propio Cabrera cerró el Festival al día siguiente, comandando una jam session maratónica por la que desfilaron Javier Girotto, el “Tero” Buschini, Minino Garay, Eric Sevá, Lorena Gómez, Andrés Coppa y un extenso etcétera.
Es de destacar las aperturas de sala del Teatro Real. Todos los recitales internacionales estuvieron magistralmente antecedidos de músicos cordobeses. La original propuesta de La Sombra de Tupac (Santiago Bartolomé, José Pachas y Lucas Acuña), el excelente dúo Contraviento y Madera (Julieta Ortiz y Raúl Venturini), el eximio guitarrista Daniel Corzo y el consagrado No Tan Trío (Bruno Cravero, Joaquín Camaño, Rodrigo Saldaña y Ramiro Camaño).
Pero sin duda, la nota del CBA Jazz 2018 la dieron los escenarios del interior. La Calera, San Francisco y Río IV demostraron que el jazz tiene numerosos seguidores en toda la provincia y avalaron la pertinencia de una programación artística que salió de la Capital: otro de los logros de la Agencia Córdoba Cultura. Pasaron por Río Cuarto Christian Valverde & The Dreamers Band, el Tensos Trío, Whisky Licks y Luis Lewin Cuarteto Eléctrico. Por San Francisco hizo lo propio la Banda Municipal local y la Small Jazz Band. Y La Calera contó con la presencia de la Swing 69. Un verdadero éxito todas las jornadas y escenarios.
Y para finalizar este recorrido, el escenario al aire libre que este año se trasladó al perímetro del Paseo del Buen Pastor. En tres hermosas tardes primaverales, ese punto neurálgico de nuestra ciudad vio desfilar a bandas y ensambles de largo formato. Entre los grupos de “jazz & beyond” se destacaron el Esteban Sosa Quartet, José Francisco Ingaramo, JAM y el contundente trío Cáceres-Sosa-Gómez. Por el lado de los ensembles, la Collegium Big Band, La Colmena Big Band, la Orquesta del Sindicato de Músicos de Córdoba (una nueva propuesta surgida en nuestra ciudad), Tangrama+Numen, la Villa María Big Band, la Córdoba Jazz Orquesta junto a Javier Girotto y Damián Torres y La Pajuerana Big Band. Grandes bandas que pueblan nuestra provincia y que son el termómetro que indica a los organizadores del Festival Internacional de Jazz de la Provincia de Córdoba que el evento funciona tal como se esperaba. Es con el paso del tiempo y la posibilidad de apreciar la impresionante evolución de este tipo de bandas que todo el trabajo que se viene realizando desde hace diez ediciones adquiere sentido. Las visitas internacionales, el intercambio entre la escena local y la internacional, la proliferación de escenarios y la intensa difusión de todas las actividades, confluyen al resultado esperado de esta política de Estado que lleva adelante la Agencia Córdoba Cultura. Un alimento concentrado para la formación de nuevas generaciones de músicos que paulatinamente van despuntando en la escena musical cordobesa y de a poco se transforman en protagonistas de la cultura. Para el CBA Jazz resulta evidente que el futuro llegó.
PD: Los números arrojaron nuevamente datos impactantes: cerca de 12 mil personas asistieron a los distintos recitales (sin contar el inmenso volumen de gente que estuvo de paso por las calles laterales del Buen Pastor) y por supuesto la evidencia ineludible del alcance del CBA Jazz a través del espacio virtual donde se destacaron las redes sociales con una impresionante seguimiento de más de 115 mil personas (entre Facebook, Instagram y Twitter). En tanto que la página web tuvo más de 15 mil visitas.
M.B.