En busca de los clásicos
Laurent de Wilde (piano solo) se presentó en la sala de cámara del buen pastor.
Un concierto íntimo anclado en la historia de dos referentes del piano del jazz, reinterpretados y homenajeados a la manera de Laurent de Wilde, dio inicio a la última jornada del Festival Internacional de Jazz de Córdoba.
De Wilde ejecutó canciones de Monk y Ellington, con sutileza, matices y gran volumen cuando la ocasión lo requería. La constante en la propuesta de este francés es buscar los orígenes e hitos, tanto del estilo como de la música. Así es que partiendo de los clásicos del piano jazz y versionando a sus referentes mostró su búsqueda personal y las emociones que le provocan estos grandes artistas.
El concierto tuvo también un momento en el que de Wilde jugó a buscar la génesis del piano, como instrumento, mediante la utilización de una ingeniosa sordina de su invención. De esta manera dotó a las teclas de un sonido simil al balafón para jugar con la clave bembe percutida sobre las teclas en consonancia con escalas africanas. Este fue el momento lúdico que se permitió Laurent de Wilde, pero no solo de eso se trató el show sino también de la emoción, a través de una composición propia dedicada a los seres queridos que ya no están más a nuestro lado pero que en cierta forma nos acompañan. Titulada “Move on” la canción fue una especie de historia de vida con momentos marcados de drama, juego, alegría y sobre todo la idea de seguir adelante pese a las dificultades.
En el último tramo del show, volvió a interpretar y exponer su visión de Monk y Ellington y cerró con un blues, no sin antes recomendar escuchar a estos dos grandes pianistas del género.
Un concierto a sala llena que mantuvo atrapado a los presentes que se retiraron satisfechos luego de brindarle un cálido aplauso a este gran pianista francés.
R.C.