Santuario Real
En la segunda noche del CBAJAZZ el Teatro Real abrió sus puertas. La cantante riojana Ana Robles mostró su música, hecha de canciones íntimas y evocativas. Un espacio tejido a través de piano y voz en una actuación que despertó la curiosidad del público de Córdoba. Una artista que venía antecedida de muy buenas críticas y que demostró, en el cierre de su presentación, por qué su canción Cuando Ella Baila, homenaje a Chabuca Granda, resultó ganadora del Concurso Iberoamericano a la canción.
Quienes suponían que después del recital del miércoles, junto a la Orquesta Provincial de Música Ciudadana, Javier Girotto podía experimentar algún tipo de cansancio artístico, se equivocaron. El saxofonista cordobés, radicado hace más de 30 años en Italia, viene explorando la formación de dúo de forma casi obsesiva. Y por lo que se pudo apreciar, alcanza su expresión más acabada cuando su acompañante es un acordeonista.
Su música tiene una propiedad que enerva, instiga, conmueve, ya sea en un campo de juego piazzolleano, en una canción de cuna o en una composición de Luis Bacalov. Poco a poco recorrieron los temas de su disco Santuario, que grabó junto al acordeonista Vince Abbracciante, una de las nuevas figuras del jazz italiano. Pero no lo hicieron de una forma mecánica: dejaron todo en cada tema, en cada solo. Entre la dinámica de los temas interpretados, que iban del pianissimo a la furia, y la intensidad de los solos desarrollados por el interplay entre ambos, el resultado musical se hizo de una intensidad difícil de asimilar. Abbracciante no solo demostró una sensibilidad extraordinaria para hermanarse a las ideas de Javier sino también un concepto compositivo más que interesante. Para el último tema Javier convocó nuevamente a Ana Robles que, a partir de su afinidad con la obra de Chabuca Granda, interpretó La Flor de la Canela. Un recital superlativo.
Mariano Barsotti
Fotografías: Marcos Allende y Julio Audisio