Javier Girotto y la Orquesta Provincial de Música Ciudadana: una excelente puerta de entrada al Festival
Un disco es un círculo de dos lados que contiene, codificadas, algunas piezas musicales. Pero cuando un concierto como el que ofrecieron Javier Girotto y Damián Torres al frente de la Orquesta Provincial de Música Ciudadana se acerca a un disco de la manera en que lo hizo, lo que se destaca es que un disco es fundamentalmente un concepto. Hacen falta argumentos para discutir la pervivencia o no, la utilidad o decadencia de un formato (un debate que de alguna manera estuvo presente en algunos comentarios de Girotto), pero es solo la música la que puede demostrar la vigencia de una obra.
El concierto de Javier Girotto y la Orquesta Provincial de Música Ciudadana para la apertura de esta decimotercera edición del Festival de Jazz de Córdoba estuvo orientado a recrear gran parte el disco Reunión Cumbre (o Summit, según su título en inglés) de Astor Piazzolla con Gerry Mulligan, un trabajo al que Girotto se había volcado en su álbum Tango Nuevo Revisited del año 2019. Por supuesto, también tuvieron lugar otras obras de Piazzolla en la selección propuesta para el recital. La idea de trabajar este repertorio viene madurando hace por lo menos cinco años entre Girotto y Damián Torres y ha tenido finalmente la posibilidad de su realización en esta edición del Festival.
Javier Girotto estuvo en el saxo barítono la mayoría del tiempo, mesurado pero exquisito, aunque no dejó de pasarse al soprano para la interpretación de algunos de los temas. La Orquesta Provincial de Música Ciudadana dirigida por Damián Torres arremetió con el repertorio piazzolliano con gran aplomo y solidez y logró no solo una confluencia sutil con el saxofonista sino además potenciar de forma perfecta sus intervenciones como solista. Como puntos destacados del concierto cabe señalar, quizás por los matices diferentes que le aportaron a una presentación que estuvo por completo muy bien lograda, la interpretación de Oblivion con Girotto en el soprano y la orquesta reducida a las cuerdas, y también, indudablemente, el primer bis dedicado a Chiquilín de Bachín, casi como un divertimento a dúo acústico entre el barítono de Girotto y el bandoneón de Damián Torres. Quizás ese momento sea uno de los que el público más recuerde de una presentación que tuvo varios momentos memorables y que sirve como una excelente puerta de entrada a esta decimotercera edición del Festival de Jazz de Córdoba.
Franco Boczkowski
Fotografías: Marcos Allende y Julio Audisio