Un tiempo de jazz

CBA JAZZ | 2024

Un tiempo de jazz

El festival internacional de jazz ofreció un recreo para el disfrute de sonidos y ritmos que puso en pausa algunas preocupaciones de nuestras vidas cotidianas. En una coyuntura que pone en duda la gestión de lo público, el festival emerge como un caso emblemático que se financia con fondos estatales y que permite un acceso gratuito. Como sucede desde el año pasado, el festival alargó su duración en cantidad de días. Para esta edición fueron casi dos semanas de un tiempo otro, donde quienes asistimos a muchas jornadas entramos en una dimensión paralela regida por el tiempo del festival. Nuestras vidas se organizaban en función de la grilla y no tanto por los días laborales, era el tiempo del festival.

Como es costumbre, los espacios se intercalaron entre locaciones cerradas y al aire libre. En esta edición el Teatro Real se convirtió en la sala principal, donde se presentaron artistas internacionales y locales. Aunque el acceso era libre y gratuito, su público ha aprendido que la anticipación es clave para su ingreso, no importa tanto el nombre del artista programado porque los cordobeses ya saben que hay garantía de calidad y disfrute. Otro momento principal fue el espacio al aire libre, que desde el año 2018 se sucede en la explanada del Paseo del Buen Pastor. Aquí no hay inconveniente con la capacidad, aunque requirió cierta atención la amenaza de lluvias y tormentas. Este formato permitió una rotación de públicos, y la aparición de transeúntes ocasionales que sin estar en sus planes se topan con un escenario y música en vivo.

La capilla del Buen Pastor tuvo la presentación de artistas locales que colmaron todas las tardecitas de una semana laboral. Como sucede desde el año 2012, hubo presentaciones en la provincia en tres locaciones que son las más frecuentes en la historia del festival: Río Cuarto, San Francisco y Villa María. Esta edición tuvo el regreso del circuito de bares, que había sido abandonada en el 2018. A diferencia de años anteriores, los shows fueron programados durante la tarde y la noche, y no en el trasnoche. Estos bares ofrecen shows de artistas de jazz habitualmente, para quienes no conocían, ahora podrán incorporar estos espacios a sus circuitos de divertimento.

Podríamos afirmar que el festival es un acontecimiento relevante que organiza la escena local del jazz. Esto no significa que aglutine exclusivamente a artistas de este género ni que no existan músicos de jazz que no se presenten aquí, las agendas no siempre son asuntos sencillos para resolver. En el diseño de las grillas se conjugan otras variables extra artísticas. Sin embargo, el festival tiene la intención de hacer lugar a diferentes generaciones de músicos ligados al jazz. Aquellos con mayor trayectoria son reconocidos como tales en conciertos homenajes que se realizan desde el año 2015 con participación de elencos estables provinciales. Quienes tienen cierto tiempo en su carrera son programados en las salas de teatro, o en los espacios que ofrece el Paseo del Buen Pastor. Músicos que se están iniciando en sus carreras se presentan como integrantes en las orquestas de espacios de formación de música popular de la ciudad. Asimismo, se organizan lo que se denominan “clínicas” para curiosos, jóvenes y no tanto, que deseen intercambiar información con los artistas internacionales. Estas clases son gratuitas y de libre acceso.

El festival es parte de una agenda de política pública que busca poner en el centro de la escena a un género musical en particular, aunque no todo es estrictamente jazz. La grilla reúne estilos de jazz que ejecutan músicos locales, pero también, cómo planteó una de las cantantes: otros géneros compartidos. El festival se propone trascender los shows en sí, ya que promueve intercambios entre los artistas y prestigia a la escena con la visita de artistas internacionales. A veces estos músicos no limitan su participación al concierto: Lucía Rey junto a sus músicos asistieron en calidad de público a algunas noches al aire libre e impartieron de una clínica que culminó en una reunión de camaradería con los estudiantes. El tiempo mostrará los efectos de estos intercambios.

María Sol Bruno