Occidente, India y un show de altísimo nivel
El escenario del Teatro del Libertador se llenó de músicas del mundo de la mano de Jarry Singla & Eastern Flowers.
Composiciones propias de Singla dieron una particular versión de la música de su tierra mixturado con el jazz y la tradición sonora europea. Es sabido que tocar Jazz no consiste en ejecutar un determinado sonido, patrón o formato músical, el jazz es una forma de pensar y una actitud hacia la música en la cual la interacción entre los instrumentistas y la improvisación tienen un papel fundamental. Allí es en donde Christian Ramond y Shotham tomaron un protagonismo a la altura de Singla.
El show principalmente se compuso de canciones de Singla aunque también tuvo menciones a Olivier Messiaen por ejemplo. Una noche rica en juegos rítmicos, desplazamientos, llamadas y respuestas, un sonido potente del contrabajo, y un cruce entre los músicos del trío en el cual todos ofician de percusionistas a la vez que ejecutan melodías, característica particular de la India, fueron el perfil estético que predominó sobre el escenario.
El Konakol, lenguaje rítmico del sur de la India, en el cual los participantes cantan melódicamente los ritmos que luego ejecutarán no podía estar ausente y acudió a la cita de la mejor manera.
De origen Indio Alemán, Singla es un viajero. Un espíritu abierto a diferentes culturas y géneros que comenzando desde su piano, permitió que el grupo entregue una versión de la música de su tierra proyectada hacia el mundo. Para esto fue necesaria la complicidad de Ramesh Shotham (que ejecutó tambores dholak, tavil, kanjira y mridangam, la olla de barro ghatam y el morsing) y del contrabajista Christian Ramond, también de raíces indias.
La presentación a sala llena le brindó sus aplausos y todo el calor latino a sonidos y músicas que trascienden fronteras y tienen el pasaporte abierto para llegar a cualquier lugar de este mundo.
Concierto auspiciado por el Instituto Goethe Córdoba
R.C.