Una vida tras los parches – Entrevista a Bebe Caniza
Bebe Caniza nos recibió en su casa para hablar del Festival Internacional de Jazz de Córdoba y el homenaje que se le realizará.
“Estoy muy contento por este reconocimiento” dice tranquilo y con sencillez. Caniza es la referencia de la batería de jazz y fusión de Córdoba. Su carrera en la música clásica, no le impidió alternar con la popular en general y el jazz en particular. Por el contrario todo parece retroalimentarse en su vida.
“Tuve suerte” repite una y otra vez, aunque todos sabemos que su trayectoria no se debe al azar sino al talento, la dedicación y el buen gusto.
Fuma el cigarrillo hasta el filtro, exprimiéndolo hasta el último, tal como hizo todo en la música, hasta el fin, sin guardarse nada para después.
En un living lleno de recuerdos y con una batería de jazz armada, se acomoda y comienza a contar su vida musical. “Comencé a tocar desde pequeño, sobre los discos que compraba yo, no me quedaba con los clásicos o lo más conocido, iba más allá”. La infancia en la Córdoba de los años 40 y 50 no fue tan diferente a la de los grandes bateristas de jazz contemporáneos a Caniza. “Mi papá era inquieto y se le ocurrió tocar la batería, porque como era ferroviario buscó un extra, también armó un combinado (NdR: centro musical). Mientras tanto yo iba a aprender piano y cuando mi papá estudiaba su lección de batería me ponía a su lado y aprendía con él”.
A modo espejo de grandes figuras del género Bebe comenzó a trabajar en orquestas típicas aun siendo menor de edad. Tocó en clubes, cabarets, radios, teatros, y en todo lugar en donde se pudiera. Una gira lo encontró en el norte del país, y no pudo cruzar las fronteras por estar sorteado al servicio militar. Servicio que haría tocando en la banda, por un lado beneficioso por no alejarlo de la música pero por otro demoró la baja ya que el director no quería perder a su mejor percusionista, lógicamente.
“En la banda militar conocí un par de músicos de buen nivel, entre ellos Osvaldo Ferri, que más tarde me llevó a tocar a una big band, “Los Kings”. Audicioné y quedé sobre todo por saber tocar Bossa Nova”. A partir de allí Caniza no se detuvo. Más tarde comenzaría una historia paralela entre la música clásica y la popular, cuando ingresó a la banda sinfónica primero y a la orquesta después. “Toqué de todo, hasta cuarteto”. Caniza tiene un sinnúmero de grabaciones, pero destaca su amor por el jazz. La música que lo apasiona. “Hice mi carrera, llegué hasta a tocar en Nueva York, música popular claro, sin embargo acá me encontrás ahora, tocando jazz. Este reconocimiento me pone muy feliz”.
Mientras Caniza prepara un café, espiamos su discografía. En su discoteca un DVD de Chris Botti está apoyado sobre otros de artistas de Jazz, Jazz Rock y discos en los que ha tocado. “Estoy feliz porque estos chicos quieren tocar conmigo” dice, refiriéndose a la actual formación que lo acompaña. Músicos de gran nivel y muy jóvenes que enorgullecerían a cualquiera. Continuamos la recorrida mental por sus trabajos ligados al jazz y la fusión, allí destaca lo logrado con Encuentro y 440. En esas y otras bandas de la época, Caniza alternó con músicos de la talla de Pato Pedano, Luis Lewin, Fernando Huergo, Javier Girotto, Ingaramo y tantos otros. “Un periodista de la época, el Doctor Mazzola solía decir que yo estaba en todos los grupos, con perfil bajo, pero conduciendo” recuerda.
Su tarea como docente no podía estar ausente de la charla. “Tuve muchos estudiantes a los que siempre traté de igual a igual, y di todo, esa es mi tranquilidad”. Bebe fue uno de los fundadores de “La colmena” un esfuerzo que se multiplicó, dio sus frutos y generó las condiciones para que se desarrolle la escena actual de jazz en la ciudad. “Cuando me fui, dejé gente muy formada con gran nivel para que de clases”. Hablando de jazz de Córdoba, destaca la diversidad de propuestas y sobre todo a la búsqueda por tener una voz propia de parte de las nuevas generaciones “Por un lado tenés bandas que hacen cosas tradicionales como la Small Jazz Band, que hace muy pero muy bien lo suyo y por otro tenés gente como Milton Arias, que anda tocando mucho y en la búsqueda musical, y tantos otros sin querer olvidarme de nadie” dice.
Mientras se acomoda para la foto en su living frente a una pared llena de reconocimientos recuerda su convocatoria al festival del año 2014. También resalta la de este año para ser homenajeado. Bebe Caniza se siente reconocido “Mandé un Mensaje a la Agencia Córdoba Cultura y a Nacho García el responsable de la programación para agradecer. Éste es el colofón de mi carrera”. Le recordamos que viene “Billy Hart” y que parece ser el festival de los bateristas y contesta: “¡La pantera! Lo vi en Nueva York con Eddie Gómez, ahora lo veré de nuevo” dice relajado, contento y preparado para dar todo en su próxima presentación, como lo hizo siempre.
R.C.
Caniza en la mirada de sus colegas
“Conocí al Bebe Caniza cuando yo era pibe. Después lo ví con la Sinfónica de Córdoba y gracias a eso decidí ser músico de orquesta. Lo escuché tocar timbales en la Sinfónica y batería en distintas bandas y me di cuenta de que mi perfil de músico era similar. Bebe es un gran músico, ejemplo de muchos de nosotros, demostró que el jazz y las otras músicas son una sola cosa y que se puede ser muy feliz en la ciudad en la que se vive sin estar mirando todo el tiempo al exterior.”
Fernando Caballero (Baterista – Percusionista de la Orquesta Sinfónica)
“Bebe Caniza es un grande entre los grandes. Un gran amigo que data de la época en que vine a vivir a Córdoba. Generoso como poco. En la década del ochenta cuando no había en circulación la información que existe ahora, el máster sacaba el cassete o el vinilo y te hacía escuchar lo último que había salido de un Fulano o de una banda extranjera de Jazz o Jazz-Rock y compartía absolutamente toda la info que tenía. Fue pionero junto con el Grupo Encuentro en ejecutar temas muy complejos de compositores como Chick Corea o lo último que había sacado la banda Yellow Jackets, o Spyro Gyra. Desde siempre manejó el lenguaje del Jazz a la perfección. Tuve el altísimo honor de compartir algunas tocatas con él y de compartir una bellísima y sana amistad hasta el día de hoy. Estoy más que orgulloso de que se haga justicia reconociendo la tremenda trayectoria que lleva en el camino de la música. ¡Gracias infinitas Bebe querido!”
Juan Carlos Pesci (Pianista – Grupo Jam)
«El Bebe Caniza es un gran músico, exigente con los proyectos que lidera y es también un incansable artista. Está siempre siguiendo su pasión por el Jazz y por sobre todas las cosas, por la batería y la percusión. Trabajo con él desde mis 20 años, ha sido y sigue siendo un gran Maestro para mí que me dejó muchísimas enseñanzas.»
Andrés Coppa (Pianista)