Billy Harper
Conocé algunas de las figuras que participan de la 8va edición del CBA JAZZ
Hace años el gran Sonny Rollins le dijo a Nat Hentoff, que parte de lo que algunos consideraban sus grandes condiciones como músico, se debían a la perseverancia de su práctica y al hecho de contar con una visión de futuro respecto al género del jazz. En aquella charla, entre varios tópicos, Sonny mencionaba a Billy Harper como uno de los grandes saxofonistas contemporáneos. En buena medida, a esa constancia enunciada por Rollins, Harper la ha mantenido por años con el instrumento practicando, según sus palabras, ocho horas diarias. Si la ascendencia de Coltrane en él es una evidencia, en manera alguna restringe su creatividad. Y aquí vuelve nuevamente la cuestión del blues en todos estos grandes músicos como basamento de soporte y proyección de futuro.
Harper, nacido en Texas, elaboró tempranamente un cruce entre el blues, la herencia religiosa y el tremendo legado de la tradición del bop. Y este último, como nos expresó hace dos años en un festival anterior entre risas Pat Martino, podrá generar buenos o malos músicos pero es un certificado de legalidad. Y Harper es de los mejores. De esto Art Blakey sabía puesto que cuando lo convocó a él, como a tantos otros de calidad, hizo de su agrupación una de las mejores del siglo pasado. Su estupendo manejo del registro, el aire y la afinación hacen de estas condiciones, hacen de él un excelente saxo tenor. Algo no menor en una historia como la del jazz, que hizo de ese instrumento una nave insigne.
Eduardo Lacoste