Javier Girotto y la Banda Sinfónica dieron el concierto inaugural a sala llena
El séptimo Festival de Jazz de Córdoba comenzó en el Teatro del libertador con una impecable actuación del saxofonista cordobés radicado en Italia. La Banda Sinfónica de la Provincia sonó ajustadísima bajo la dirección del Maestro Hadrian Avila Arzuza.
Con un generoso aplauso de la sala, Javier Girotto fue recibido de la mejor manera; el solista contó con la compañía de su amigo entrañable, el pianista Luis Lewin, como partícipe necesario y cómplice en la realización del concierto.
La primera parte del show se realizó con la Banda Sinfónica de la Provincia reducida a formato de orquesta de jazz o Big Band; la clásica formación de jazz integrada por cuarteto de saxos, cuarteto de trompetas, cuarteto de trombones y sección de acompañamiento. Bajo la dirección de Hadrian Avila Arzuza el concierto comenzó con el tema “Escenas argentinas”, una pieza con impronta de música ciudadana y el sello personal de Girotto. La segunda fue un estreno, “La cautiva” que con aires folklóricos de chacarera, dio lugar a los primeros trazos de improvisaciones de los vientos. La tercera fue presentada graciosamente por Girotto que explicó que la compuso en homenaje a su padre, que fue apodado en Córdoba como el “cara de pizza”, porque tenía los ojos verdes como aceitunas, la cara triangular y roja. El nombre: “mi viejo”.
A continuación ejecutaron una especie de suite en formato de quinteto (Luis Lewin, piano, Federico Seimandi, contrabajo, José Franco en batería, César Elmo bombo y percusión y Javier Girotto). “Ponte della memoria” fue la pieza elegida. Girotto contó que compuso esta obra en 2006 al cumplirse treinta años del golpe de estado de 1976. La suite tuvo una mención al Himno de Roma y un final a toda chacarera, realizado a dúo entre César Elmo y el saxofonista. Tal vez este uno de los momentos más intensos de la noche y que fue coronado con un fuerte aplauso.
Luego del intermedio, ya con la Banda Sinfónica de la Provincia completa, con más de 60 músicos en el escenario, la composición “La poesía” dio comienzo a la segunda parte de la noche; con aires de tango la pieza estaba pensada para dar lugar en su última parte a la improvisación de Girotto, que prefirió jugar sobre la melodía de “volver”, explicó que así lo sintió en ese momento, luego del aplauso generoso del público. Posteriormente tocaron “El malón” que comenzó con una sugerencia de campanas de alerta en manos de los percusionistas de la banda y continuó con el ritmo folklórico comandado por César Elmo y José Franco. Luego el tema “Malvinas” tuvo solos de los saxofonistas de la banda y una hermosa parte a Dúo entre Javier y Lewin.
Girotto agradeció a las autoridades de cultura, a Nacho García director del festival, a Gustavo Yapura por su colaboración y a Néstor Alderete por la adaptación y arreglos que llevaron al formato de banda sinfónica las piezas escritas para big band. También remarcó el apoyo del Instituto Italiano de Cultura.
Para finalizar Girotto tocó una suite, comenzó con Nina nana (por canción de cuna) y luego continuó con “Che, querido che”, que dio lugar a lo que todo el público esperaba: un enorme solo de Girotto en donde desplegó su capacidad de improvisador.
Javier Girotto demostró en el escenario lo que dijo en conversaciones previas con los medios. Su mirada sobre el jazz y la argentinidad al ejecutarlo consisten en la mixtura de nuestra música con la formación clásica adquirida y la música del mundo. El show dio testimonio y el aplauso final aprobó la búsqueda estética de un gran músico.
R.C.